¡Ey, hola, diverblogueros!. ¿Cómo estáis?. Espero que preparados para pasar un rato terrorífico, porque es el primer programa de... ¡Pásatelo de miedo!.
Esta historia, me la he inventado yo, espero que os guste. Como es bastante larguita, estará dividida en varias entradas, y en varios capítulos. En fin, ahí va... apagar las luces, y sumergios en el primer capítulo de la historia de Victoria...
"Un don" ~Cap. 1~
Primero, unas pocas inundaron mis ojos, luego poco a poco, se hicieron pateticamente más abundantes, hasta que mi cara estuvo mojada, como si la hubiera lavado previamente. Las lágrimas surcaron mis mejillas, y cayeron al suelo, desordenadas.
Me sobresalté al sentir una mano sobre mi hombro.
-Victoria... -murmuró Lucía, mi amiga de toda la vida-.
-¿Sí?.
Ella no respondió. Supongo que iba a decir algo del estilo de "lo siento, mucho", pero debió de ver mi cara, debió de ver mi corazón, y a través de mi alma, porque calló. De todas formas, ella no era como los demás. Lucía solo se limitó a mirarme a los ojos, largo rato. Al principio, vi en sus ojos tristeza, la tristeza de ver a una amiga derrumabada, pero para cuando terminó de mirarme, no solo era tristeza lo que había en sus ojos, sino también dolor. Me di cuenta, de que había cojido un poco de mi sufrimiento y se lo había guardado para ella, en sus ojos. Me di cuenta de que quería ayudarme. Nadie podía en ese momento, pero aún así murmuré...
-Gracias.
Entonces, ella apartó la mirada, y me abrazó.
-De nada. ¿Tienes frío?.
Yo asentí
-Te traeré mi chaqueta. Y aguanta, por favor. No te rindas por esto.
-De acuerdo -le prometí-.
Y ella se encaminó en busca de algo de abrigo.
-Aunque no creo que pueda... -susurré, cuando ya se había alejado lo suficiente para no oírme-.
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