sábado, 17 de noviembre de 2012

Entrada informátiva + La historia del pingüino Mimi.

¡Holaaa blogueros! Bueno, lo primero; esto es una entrada CORTISIMA y, el que avisa no es traidor. Lo digo para que luego no me vengais conque: "Que mini entrada ¿no?" y "Pfff, ¡que minimoi! y... Emmm creo que ya habeis cogido la idea. En fin, allá voy con esta mini-entrada:
Aunque sea minimoi esta entrada es simplemente.... ¡genial! (tanto para mí, como para vosotros blogueros) Y ahora os explico por qué: Habreis notado que llevaba ya un tiempecillo sin escribir. Y no, no es porque no quisiera, era porque NO PODIA. Y con no poder NO me REFIERO a que estaba muy ocupada, porque tenia examenes o muchos deberes o tenía que ver a mi tía que esta en el Polo Norte porque, tenia que arreglar un asunto muy importante...: un pingüino fue el martes pasado (en su coche a reacción, y con combustible de polvo de hadas, claro esta) a su consulta, la que esta en Chuchelandía, porque el dicho sujeto (osea el pingüino) se encontraba mal. Al parecer, se había comido una salchicha (prohibidas en el año 1234567890 -y con razón- por Gatitis Bigotudo, el "actual" gobernante de aquella época, por unas razones muy pero que muy lógicas. ¿Qué por qué? Pues, por el echo de que estan echas de cuerno de unicornio, y "pililas" de pitufos que se fueron de vacaciones a Mallorca y se tostaron al sol. Así que un buen día el bueno del Unicornio decidió sobornar a Gatitis dadas las circustancias -desgraciadamente- de que, habían matado a su primo Arco Iris Ojitos Monos para hacer un simple perrito caliente. Y claro, le sobornó y bien sobornado. Y desde eso momento Gatitis prohibió la compra-venta y la "digestión" de las salchicas dando por finiquitado un reinado de miedo y terror) en mal estado y... ¡Madre mía...! ¡Menudo parentesis que os he puesto! (Me parece que vais a tener que volver arriba para ver de que estaba hablando). En fin, que se había comido una salchicha en mal estado, caducada y podrida y le había sentado mal (¿¡como no?!). Mi tía cumplió con su deber y le curó el ardor de "tripita". A mi tía le daba la sensación de que se le olvidaba algo pero... ¿como podía saber qué? Pues cuando el pingüino abandonó su consulta lo supo. Y era grave. Muy grave.......................... ¡se había olvidado de darle una PIRULETA!. Iba a salir corriendo pero... ya era tarde, no podia hacer nada. Así que, la buena de mi tía se sintió mal y culpable durante todo el fin de semana. La imagen de aquella piruleta estaba una y otra vez en su cabeza. Frases como: "La piruletaa, la piruletaaaa ¿donde esta mi piruletaaa?" se agolpaban en su subconsciente. Así decidió, por las buenas, que iría al Polo Norte a quitarse ese peso pesado de encima y a darle la piruleta a ese maldito pingüino causante de ese mal fin de semana.
Bueno, con esta historia TAN REAL y NADA FICTICIA quería deciros, que no he escrito porque mi blog estaba MAL. No me dejaba escribir ni UNA SOLA PALABRA. Pero ahora (como podeis ver) ¡todo se ha arregaldo y puedo escribir de nuevo! Así que......... ¡estoy CONTENTISIMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! (y vosotros también eh).
Y bueno era eso. Espero que os haya gustado esta "mini historia" protagonizada por el pingüino Mimi. Voy a responder a vuestra pregunta. Como es TAAAN NORMAL y es lo que la gente SUELE PREGUNTAR... Sí. La piruleta que le dió mi tía al pingüino era de salchicha. Mimi sigue malo...
Y hasta aquí la entrada de hoy. Mañana voy a escribir un nuevo programa de Las Recetas de la Abuela Cebolleta y pronto ¡llegará la peli Frosty, el cerdo de los cereales!. Porque.... ¡tengo más energía que nunca blogueros!

Adeeeu chicos/as !!!!

Gade



P.D: ¡Pues vaya...! No era tan minimoi esta entrada, no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario