1. El sugush de piña es un salido: me explico. Todos los demás sugush son normalitos. Como ya he dicho antes, concuerdan. Todo está en perfecta armonía. ¿En perfecta armonía? ¡en casi perfecta armonía! Porque, llega el salido del sugush de piña, se pone el envoltorio en azul y se queda más ancho que pancho. Desde luego, que rompe TODA la ARMONÍA. ¿Por qué? Porque, quiere llamar la atención. Quiere destacar por encima de los demás, quiere ser el centro de atención, es un salido. ¿Quizás por algún trauma infantil? No sé...
2. Error del fabricante vago: básicamente: un día un tío inventó los sugush. Y vió que su negocio funcionaba. Se puso a hacer cantidades industriales de sugush, a ver si así se volvía millonario. Decidió que habría varios sabores de sugush. Y claro, como cualquier persona normal, los envoltorios los hizo concordar con el sabor. (fresa: rojo, cereza: rosa oscuro...) Hasta que llegó el de piña. Había planeado minuciosamente que el sugush de piña fuera de color anaranjado. Lo suficiente claro para que no se confundiera con el envoltorio naranja del sugush de naranja pero lo suficiente oscuro para que no se confundiera con el papel amarillo del sugush de limón. Pero cometió un gran error. Hubo un error del mecanismo y todos los envoltorios del sugush de piña que debían ser anaranjados se volvieron azules. El fabricante se dió cuenta pero, le daba pereza volver a cambiarlo todo. Así que, basicamente decidió que se quedaría así, tal cual como estaba. Porque, después de todo ¿qué importaba un mísero papelucho? ¡Nada!, según él. Porque, algo si debió importar si, todavía ahora hablamos de este fatídico y raro error.
3. El listillo friolero: esta teoria es diferente a la dos. También hay un fabricante pero, con menos ganas de gastarse dinero y de complicarse la vida. Este, basicamente, inventó los sugush pero decidió que fueran así, tal cual, solos, sin envoltorio y sin tonterías. Todos los sugush vivían felices por el día. Pero por la noche era una lata. Hacia un frio que pelaba y ellos, estaban allí, sin envoltorio y sin nada con un frío enorme. Y sí, pillaron catarros varias veces pero se aguantaban todos. Todos, menos uno. Y ese uno era: el sugush de piña. Era un gran soñador y aventurero. Así que, un día se dijo a sí mismo que no volvería a pasar frío. Tenía un plan. Unos contactos suyos le habían dicho donde podía conseguir abrigo. Así que, sin más, una noche partió hacia aquella dirección que tantos le habían recomendado. Luchó contra cocodrilos, saltó acantilados, tuvo hambre y sueño, practicó sus golpes de karate... ¿pero eso a él le importó? ¡Un pepino! El solo quería una mísera manta o algo por el estilo. Algo que diera calor. Cuando llegó a su destino no pudo evitar sorprenderse. Había un cálido papel azul, ahí puesto en un trono. Así que, corrió a cogerlo. Lo atrapó y se lo puso. ¡Por fin no tenía frío! Y se sintió aliviado. Volvió a casa con los demás sugushs. Al día siguiente el fabricante vió al sugush de piña con un envoltorio azul. Le gustó la idea. Recapacitó y decidió que le pondría uno de esos a cada sugush pero, con diferentes colores.
4. Confusión en la tintorería: el sugush de piña siempre iba elegante. Era un presumido. Siempre iba con su esmoquin anaranjado. Cuando, descubrió que aquel esmoquin tenía una mancha corrió a la tintorería. Dejo el traje a cargo de los empleados y se fue de allí. Al día siguiente le llamaron. Su esmoquin ya estaba listo. Fue corriendo a recogerlo, pero al llegar se llevó una gran desilusión. Su esmoquin no era anarnajado ¡era azul!. Los de la tintorería le explicaron que todo fue culpa de un calcetín. Pero el sugush de piña no escuchaba. Estaba dando tortas. Aún así, eso no valió de nada. Desde ese día hasta ahora se quedó con un esmoquin azul.

¡Bueno, y estas han sido mis cuatro teorias! Aún así esto sigue siendo un misterio... ¡Espero que os haya gustado este primer DEBATE! ¡Yo me despido!
¡Adióós!
Gade He aquí esta gran rareza ->
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