lunes, 24 de diciembre de 2012

Entrada Navideña: La verdadera historia de los Reyes Magos

¡Buenos días bloguer@s! ¡Feeeeeeeeeeeeliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiz Nochebuenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Síííííí! Y espero, que "Papá Noel" os traiga muchos regalos (a mí no me los trae "Papá Noel", solo los "Reyes Magos") Por eso, mismo hoy os traigo OTRA entrada NAVIDEÑA. Es una mini-historia sobre los Reyes Magos. Y sobre lo que pasó hoy (bueno, hoy no, dentro de unos días) por la noche hace muchos muchos años. Así que, ¡vamos con ellaaa!:

Narrador: Hace mucho, mucho tiempo...
Melchor: ¡Eh, eh esperate un poquillo! ¿Pero qué te has creido? ¿Qué eres el narrador?
Narrador: Pues sí... Verá, me han pagado y yo...
Melchor: ¡¿Pagarte?! Gaspar, cariño ¿tienes algo qué decir?
Gaspar (haciéndose el distraído): Emmmm, sí. ¡Me gustan el ketchup!
Melchor (enfadado): ¡Ajá! ¡Ven aquí!
Gaspar (obedeciendo): ¿Sabes lo qué te digo? ¡Que sí, que le he pagado yo ¿vale?! ¡Siempre tienes qué mandar TÚ en TODO! A ver, ¿por qué? ¿Por que eres el mayor?
Melchor (levantando una ceja): ¡Sí! Porque soy el mayor y el más sabio.
Gaspar (con gesto pícaro): ¿Ah sí? ¿Pues sabes una cosa? La gente dice que cuanto más mayor eres más se te va la pinza.
Melchor (sorprendido): ¿Me estas llamando viejo? ¿Acaso es una indirecta?
Gaspar: Puede...
Melchor: ¡Bueno! No solo mando porque sea el más sabio ¿sabes?. Mando porque soy el más guay.
Gaspar: ¿Ves? ¡Te nombras lo que te da la gana a tí mismo? A ver ¿hemos votado o algo?
Melchor: ¡Ni falta qué hace porque aquí esta claro quién es el que...!
Gaspar (pataleando): No ¡NOOOOOOOOOO! ¡No quieroooo!
Silencio.
Melchor (con gesto cansado): Bueno, si te pones así. ¡Para ti la perra gorda! Haremos como tú dices. Cogeremos al narrador de pacotilla y quitaremos todo esto. Lo haremos en forma de novela aburrida, si es lo que quieres...
Narrador: ¡Eh! ¡Qué estoy de aquí eh...!
Gaspar (parando de patalear): ¡Calla!. ¡Vamos, vamos volvemos a empezar en tres, dos...!
Baltasar: ¡¿Pero qué os habéis creido?! ¿Qué mi opinión no importa?
Gaspar (con gesto de cansado): Baltasar, yo mando aquí, soy el segundo más viejo y el más guay...
Baltasar (agitando las manos): ¡Te voy a....!
Melchor (sujetando a Baltasar): Empezamos en tres, dos, uno..... ¡YA!

Hace mucho, mucho tiempo, tres Reyes Magos estaban...
- ¡Eh, eh! -dijo Baltasar- ¿Acaso tú no te lees el guión?.
-¡Ay, no! Balta, dejalo ya hombre. ¡Qué da igual! ¡Deja al narrador trabajar en paz!-respondió Melchor con gesto malhumorado-
-Es que... ¡las cosas se hacen bien o no se hacen! ¡Además, esto es culpa de Gaspar! ¡Siempre se tiene que salir con la suya! ¡Pues yo no quiero narrador! ¡Así que, cojo y se lo estropeo y...!
-¡Mañana te invito a un batido!-cortó Gaspar-.
-¡De acuerdo!-contestó Baltasar y se encaminó hacia el baño-
-¡Por fin!. ¡Bueno nos tenemos que ir ya!- recordó Gaspar-
-GASPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII ¿Y la crema anti-arrugas?-gritó como un psicopáta Melchor-
-¡Habla más bajo, hombre...! ¡Qué estoy aquí al lado! ¿Ves?  ¡La vejez!
-¡Anda, calla, y traéme de una vez la crema!
-¡No me da la ganaaa! ¡No soy tu esclavo!.
Melchor no respondió. Se limitó a hacer su mirada fulminante, esa a la que nadie se resiste.
-¡Já! ¡Conmigo ya no funciona esa miradita! La llevo aguantando ¿cuanto? ¡Siglos!. Y tus historietas de: "Con esto no sabes lo que hacia yo con las churris". ¡Das vergüenza!.
La verdad, es que Gaspar sí que hizo un GRAN esfuerzo para superar aquella mirada. Se pasó tardes y tardes haciendo serios con Melchor...
-¡Oye! ¡Qué estamos saliendo en una novela! ¿Te parecía este buen momento para contar cosas personales?.
- ¡Me da iguuuuuaaaal!.
- ¿Sí? Pues... ATENCIÓN MUNDO: Gaspar cuando era pequeño cogía los regalices y se los metía por la nariz, y luego...
-Valeeee ¡Ya te la traigo! ¿Cuál la de Vichy?-se rindió Gaspar-
-Sí, esa -fue la respuesta de Melchor. En su cara, se dibujó una sonrisa maliciosa-
Al rato llegó Gaspar con la crema:
-Toma.
Y un minuto después ya estaba entrando en el vestidor. Y cuando, vió a Baltasar (qué ya estaba vestido) no pudo evitar una cara de asco.
-¿Pero qué...? ¡¿Vas con esos ropajes?! ¿Acaso no sabes lo que vamos a hacer?
-Sí pero...
En el baño de al lado estaba Melchor con su crema antiarrugas, cuando vió algo en la ventana que le dejó perplejo, algo, que le obligó a dejar su cutis "perfecto" y a acercarse. Abrió la ventana.
Era una luz. Una luz muy potente. Era una ESTRELLA.
-¡Eh, eh! ¿Eres Melchor? -dijo ésta- ¿Me firmas un aútografo?
-¡Claro!-respindió Melchor todo ilusionado- ¡Voy a por papel y boli!.
-¡Esperaaa! ¿No eres un Rey Mago?
-¡Sí!. ¡Ahora vuelvo!
-¡MAAAGOO! ¡MAGO! Puedes hacer magia ¿recuerdas?
-¡Ah, sí!
Así que, Melchor, chasqueó los dedos y ante él apareció una foto suya y un boli Bic. Con cariño, para una estrella muy brillante, de Melchor el guay. Eso fue lo que le firmó. Un poco cursi, pero bueno.
-¡Ay, gracias!- la Estrella lo cogió- Bueno, ya me voy eh...
-¡Vale, adiós! ¡Y gracias!
-¡Ah, no, no! ¡Madre mía! ¡Casi se me olvida a qué he venido!.
-¿Otro autografo? ¡De acuerdo!
-No, no. ¡A nacido Jesús!
-¿Jesús? ¿Y ese quién es?
-¡Jesús!. ¡El Señor y eso!
La Estrella le explicó toda la historia.
-¡Ah!-fue toda la respuesta de Melchor-
Cualquiera podría pensar que los Reyes se ponían elegantes para ver el nacimiento de Cristo, pero NO. Era para ver una PELI.
-¡Vaya! Así que... ¿nos perdemos la peli? ¡Era noche de chicos!
-Bueno, si quereis no... Puedo llamar a Papá Noel también, tengo contactos...
-¡Ah, no!. ¡No quiero que ese gordinflón vestido de rojo tenga más fama qué nosotros!. ¡Ni hablar!.
-¡Así me gusta!. Bueno, pues teneis que ir esta misma noche.
-¿Y donde es.. exactamente?.
-En Belén.
-¿Eh? ¡Madre mía! ¡Pues sí que tenemos viaje por delante! Además, no sabemos ir sin navegador. Todavía no tenemos. Quedamos en que lo comprabamos mañana. ¡Aichss! ¿Y te presentas justo hoy?. ¿No se podría aplazar?.
-¡Melchor, por favor!. ¡Es un nacimiento! ¡Los nacimientos NO se aplazan! Y yo, puedo guiaros.
-¡De acuerdo!. Voy a avisar a los demás eh. Y nos ponemos en marcha.
Melchor tardó media hora en convercelos. Estaban empicinados en que esa noche tenia que ser la Noche Peli. Pero al final, lo conseguió.
-¡Baltasar ponte ya los zapatos y deja de jugar a la Play! -este era Gaspar-
-¡Voooooyyy!.
Ya estaban listos. Se iban a ir cuando...
-¡Eh, esperad!. ¡Tendremos que llevarle algo al pequeñín ¿no?!-propusó la Estrella que escuchaba desde la ventana-
-¡Bueno! Yo creo que ya le sobrará con ser Rey ¿no?.
-¡Nah! ¡Debemos quedar bien! ¡Esta vez estoy de acuerdo con Balta!.
Así que, Baltasar cogió tres cosas: un regalo para cada uno. Cogió la Wii, la DS y el iPod.
-¡Sí! ¡Debemos quedar BIEN pero NO TAN BIEN!.
-Entonces, ¿que cogemos según tú, listillo?.
-Emmm, ¿oro, incienso y mirra?
Lueg, se enfrascaron en una discusión absurda sobre quién tenía qué llevar cada cosa. Al final, quedó así: Melchor: oro, Gaspar: incienso, Baltasar; mirra.
Melchor cogió sus gafas de sol y (¡por fin!) salieron de casa. Y corrieron como chalados hacia sus Mercedes Benz. Allí fuera, les estaba esperando la Estrella.
-¡Ah de eso nada! -protestó ella- ¡En coche no vais a ir! ¡Fuera contaminación!.
-Con menuda fánatica del medio ambiente nos hemos ido a topar ¿eh? -dijo por lo bajini Gaspar, dirigiendose a Baltasar-
-¡Qué te he oido!
-Bueno, ¡vamos! -íntentó disimular Gaspar-
-Yaaa ¿y en qué vamos a ir?.
Quizás esa fue la sorpresa más desagradable de la noche.
-¿Camellos?
-¿Es una broma? ¿No?. Ja,ja,ja,ja.
-¡Pffffffffff! ¡Como apestan!.
-¡Callaos ya!-se enfadó la estrella- ¡Sois más pesados de lo qué me imaginaba!
-....
-....
-....
Así, con esa cara de asco emprendieron el camino hacia Belén. Podría decir que fue directo y sin paradas. Pero estaría mintiendo.
-¡Paraaaa! ¡Paraaaaaaaaa! ¡AHHHHHHHHHHH! -dijo, una vez Gaspar-
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? -preguntó la Estrella preocupada-
-¡Síííí! ¡Por fin han sacado el Hola!. Vamos, a parar en el quiosco ese, para comprarla.
Y dicho esto (y sin decir nada más) Gaspar se bajó del camello.
La Estrella se volvió hacia los otros dos Reyes Magos con cara de incredulidad.
-Sí, no es una broma -se adelantó a la pregunta Melchor-.
-Y esto no es lo peor. Lo peor es que nos estará dando el viajecito con los cotilleos.
Al cabo de cinco minutos Gaspar estaba de vuelta con una revista en la mano y con cara de felicidad.

-¡No os lo vais a creer! ¡La Pantoja ha vuelto al tajo!.
-¿En seriooooo? ¡Alááááá! -dijeron a coro Melchor y Baltasar, totalmente interesados-
"Pfffff. Pues para no interesarles..." -se dijo a sí misma la Estrella-
-¡Anda, que! ¡Y la Belén Estevan! ¡Se sale eh!
Llevaban un buen rato ya poniendose hasta arriba de cotilleos cuando hubo otra interrupción.
-¡Tengo ganas de hacer piiiiis! -esta vez era Melchor-
-¿Y no te puedes aguantar?- preguntó la Estrella-
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
Así que, tuvieron que parar en un bar cercano.
-¿Qué? ¿Ya estas a gusto?.
-¡Sí! ¡Podemos seguir!.
-¡Vale, vamos!.
Tuvieron que parar una vez más. A Baltasar se le habían desatado los cordones. Ya estaban cerca de Belén.
-¡Espero que no haya más interrupciones! -deseo la Estrella-
Y no las hubo. Lo que hubo fue cantinelas del tipo: ¿Hemos llegado ya? o ¿Cuanto falta?.
Y por fin (para suerte de la Estrella llegaron).
-¡La última vez que vengo con vosotros! ¡Sois unos pesados! ¡A ver si comprais ya el navegador! ¡Me deberían pagar MÁS! ¡Yo lo hacía por soliradidad! Pero ¡ya no! ¡Ahora cogen, y me pagan!
Pero ya nadie la estaba escuchando. Los Reyes ya estaban en el portal de Belén.
-¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaa peñaaaaaaaaa!
-¡Hola!
-¡Ay, que bebé taaaan mono!
-Buenas noches. Vosotros debeis de ser los Tres Reyes Magos ¿no? Vi vuestro anuncio en las Páginas Amarillas -dijo la madre de Jesús-
-¡Sí somos nosotros! -respondieron a coro-
-¡Encantado! Y... ¿habéis traido regalos?-preguntó José-
La Estrella les iba a decir que tenía razón. Que ya conocia a José y que sabía que era muy pedigüeño cuando oyó esto...
-¡Sí claro! ¡Nunca esta de más un detalle! ¡Yo siempre soy así de generoso! -se chuleó Gaspar-
-¡Menudo morroooo!-pensó la Estrella-
El resto de la noche fue mágica. Los Reyes le dieron sus regalos a Jesús, juguetearon con él, le tiraron de los mofletes...
Les gustó eso de hacer felices a los niños. Por eso, ahora, en Navidad ,cada año, reparten regalos a muchisímos niños.
Esta es la historia REAL. Y todo lo demás son paparruchas.





¡Feliz Nochebuenaaaaaaaaa!

Gade

No hay comentarios:

Publicar un comentario